Archivo mensual: enero 2008

Con los tacos por delante…

taco dominguero  

Taco Dominguero

Ingredientes:

1 Cebolla.

750 grs. de maciza de res en trozo.

250 grs. de tocino.

250 grs. de queso asadero.

2 pimientos morrón verdes.

Tortillas de harina o de maíz.

Procedimiento:

Se dora la carne cortada en cuadritos, se agrega la cebolla picada y el morrón en rajas. Se añade el tocino picado y dorado aparte. Se incorpora el queso rallado, se sazona con sal y pimienta al gusto y se deja gratinar. Se sugiere acompañar con salsa verde ó guacamole, arroz, frijolitos y alguna salsa molcajeteada.

Esta receta es facil de hacer, muy util cuando se tiene flojera de cocinar o cuando se reciben visitas imprevistas.

Saludos, Bros & Sis!

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Justicia

casas aleman

La hija de una muy querida amiga, DudaDesnuda, sufrió hace unos dias un asalto  a manos de unos cartoneros. Eso fué publicado en su Blog, y los comentarios iban desde la solidaridad plena hasta el intento de justificar, politicamente, la situacion de los cartoneros.Yo, la verdad, ya he pasado por eso. Hace 17 años me asaltaron en el Distrito Federal (concretamente, en la Colonia Casas Alemán, barrio bastante «pesado» y de riesgo en esos menesteres del asalto y la violación). Iba regresando de una fiesta, como a las tres de la mañana.  No pasaba ni un auto, mucho menos un taxi o colectivo. Decidí caminar hasta donde hubiera transporte sobre la avenida San Juan de Aragón (la cual cruza la citada colonia).

Cuando apenas había pasado el Gran Canal, se me acercaron dos jovencillos de no mas de 17 años, uno con una bicicleta. Prudentemente, cambié de acera, pero ellos me siguieron, y uno de ellos me dijo «-¿Que ondas, ese, saca los tabacos, no?». Cuando voltée a ver al que me hablaba, me fijé que llevaban puntas (seguetas de corte  afiladas), y con ellas me amenazaban. No es por nada, pero la verdad es que estaba mas alto y mas fuerte que ellos; lo unico que me detenía de ponerles una buena madriza eran justamente esas puntas.

Ya sin ningún pudor me despojaron de una chamarra de piel, mi billetera conteniendo 50 pesos y una cadena de la Virgen de Guadalupe de oro. Mientras me robaban, no paraban de decir: «-no l´agas de pedo o te carga la chingada», «-ni te muevas o te mueres».

Después de robarme, se fueron corriendo por entre los andadores de la colonia; por razones obvias, el de la bicicleta se quedó un poco mas atrás. Perdí un segundo en  pensar «-¿Los sigo o no los sigo?». Y después de tan breve reflexión, me lanzé al rescate de mis pertenencias.

En ese momento no pensé que andaba de madrugada por un barrio ajeno, sin ninguna clase de arma, sin conocer las calles y sin saber si alguien mas estaba esperandolos a la vuelta de la esquina como apoyo. Solamente me impelía el deseo de recuperar mi billetera (por lo de las identificaciones), y mi chamarra (regalo de cumpleaños de parte de mi hermano mayor).

Pues nada: alcancé al de la bicicleta, y con la adrenalina hasta el tope lo jalé, lo tumbé y lo golpeé hasta que me canse. Luego  lo  pateé y lo abandoné ahi mismo, dirigiendome hacia el otro ratero que había desaparecido por el andador hacía unos minutos.

Al dar la vuelta en una esquina, mis peores temores se volvieron realidad: un grupo de 10 ó 12 personas, integrantes sin duda de una de las tantas «flotas» o pandillas de ese barrio, se encontraban chupando (bebiendo) en la esquina contraria.

Ya no me pude frenar a tiempo. En cuanto me vieron, me cercaron y me preguntaron que qué chingaos hacía ahi, que qué quería. Ya me imaginaba la madriza (golpiza) que me iban a propinar, cuando de pronto…mi angel guardián intervino.

«-que tranza, dejen en paz a ese güey…yo lo conozco, es el Gusgo, el que juega basquet en el Depor…bájenle de güevos, lo que quieran con él…conmigo»

Era el Güero, del equipo de los Scorpions. Varias veces jugamos contra ellos en la liga de Basquetbol del deportivo Los Galeana…y para que digan que el deporte no sirve…

De ahi, me invitaron hasta a chupar. Ya no era el pinche invasor al barrio: era un rostro conocido, un «banda» como ellos. Ahí mismo les hice saber que me habian robado, y luego luego dijeron que habia sido el piojo (que habia pasado corriendo hacía alguns  minutos), y el Güero les ordenó que lo trajeran en chinga para que devolviera lo que me robaron.

Diez minutos después llego el cabrón ese: hacia honor a su apodo, pues estaba chaparro y bastante mugroso. Me devolvió la chamarra (con el cierre roto), la billetera (sin los cincuenta pesos) y la cadena (sin el dije). Viendo que contaba con el apoyo, le dije a mi cuate lo que me faltaba. Dándole un zape bien puesto, el piojo no tuvo mas que regresar el dinero y el dije. Luego, como si nada, me pidió disculpas y me invitó a seguir chupando, ahora por su cuenta, para resarcir en parte lo del asalto. Llegó el madreado, queriendo echarmelos encima, pero le dijeron que se lo merecía por pendejo, y se retiró a que lo curaran.

Ya casi amaneciendo me acompañaron a la avenida, me pararon un taxi y se despidieron. Llegue a la casa de mis padres a las 6 de la mañana.

Pude haberme defendido, pero la verdad es que ellos tenian una ventaja por tener  las puntas, y por ser 2. Era arriesgar mucho.

De ahi en adelante decidí no dejarme.  Para el efecto, siempre cargo conmigo algo  con que defenderme. Eso si, de acuerdo al sapo es la pedrada. Si ando en algún lugar mas o menos de confianza, llevo algo ligero, como una navaja o spray de pimienta. Si es un lugar gacho, pues la fusca de menos. Eso si, primero hay que aprender a manejar lo que nos va a defender, asi sea un palo o una piedra. No vaya a ser que con eso mismo terminemos agredidos.

Todo esto no es para que de inmediato se active la autodefensa, y se compren armas y cañones. No. Es para no dejarnos, para defendernos y evitar que cualquier rata quiera quitarnos lo nuestro. Ya basta.

Saludos, Bros & Sis!

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